miércoles, 15 de julio de 2009

"Leda Valladares" - La India


Leda Valladares (n. San Miguel de Tucumán 1919). Literata, poetisa, cantora, compositora, musicóloga y folcloróloga argentina.
Graduada en la Universidad Nacional de Tucumán con el tíulo de profesora de filosofía y luego también recibida en Ciencias de la Educación, inició su vida publica como cantante de jazz. a los 22 añoss comenzó su apasionamiento por el folclore de su país al descubrir el modo de cantar bagualero con caja típico de los Valles Calchaquíes, de este modo L. Valladares formó parte del grupo FIJOS (Folclóricos, Intuitivos, Originales y Surrealistas). Al inicio de los años 1950 fue a residir a Francia, en París en el año 1952 se encontró con María Elena Walsh junto a la cual formaron el dúo Leda y María, que actuó en diversas localidades de Europa. En 1956 ambas retornaron a su país, haciéndose conocido el dúo con el sencillo nombre Leda y María, en Argentina durante los 1960 realizaron giras y grabaron discos.
Leda Valladares por su parte realizó y publicó entre 1960 y 1974 una serie de discos documentales llamados en conjunto: Mapa Musical Argentino. Ha concretado también obras discográficas de su total autoría entre las que se destacan: Igual rumbo, Grito en el cielo (1989), Grito en el cielo II (1990) y América en cueros (1992).
Inculcó el canto con caja a músicos del rock como Gustavo Santaolalla, León Gieco, Fito Páez y Pedro Aznar. Publicó no sin esfuerzo, Cantando las raíces, donde deja registro, a la manera de un antropólogo intuitivo, las coplas anónimas de una zona recorrida por una geografía despiadada y bella al mismo tiempo, donde sus pobladores mantienen las tradiciones, como el tesoro más preciado.
Por su labor, Leda Valladares es miembro de honor de la UNESCO

Cómo y cuándo descubre la música del noroeste, las bagualas, las vidalas y otras tantas melodías?
Durmiendo. Estaba en Cafayate, Salta. Era una noche de Carnaval, yo tenía 21 años y allí descubrí la baguala. Me desvelaron tres mujeres que se detuvieron frente a mi balcón. Yo nunca había oído hablar de la baguala y entonces me pareció que tenía que ser algo muy misterioso, muy poderoso. Después de escucharlas... me prometió recuperar semejante regalo de la tierra. Eran rastros de una canción que tenía muchos siglos y se estaba descolgando, estaba desapareciendo. Salía buscar los vestigios de este milagro que hasta ese momento desconocía. A Mí nunca me había tocado encontrar la voz agreste y salida de la montaña. Pero era un grito muy solitario, y ya ese pobre grito estaba tan viudo, tan solo, que daba pánico. Entonces tomé una especie de conciencia bastante trágica. Un país que estaba al borde de perder su historia, sus tradiciones, y nadie se daba cuenta de que todo eso se estaba muriendo o que ya estaba muerto.

Y cuándo toma la decisión de registrar esas melodías y hacer el Mapa Musical Argentino?
Surge cuando yo salgo a los campos y oigo esos cantos que están tan solitarios en los cañaverales, en todo el paisaje del norte y veo que todo eso está en una soledad pavorosa. Francamente no tiene oyentes, no tiene testigos, no tiene testimonios. Y eso es como sentir una especie de pesadilla, o de gran invento histórico. Dónde estaba todo eso? Era leyenda, Quién había inventado todo eso? Ya venía a ser leyenda, porque casi no había rastros de todo eso. Con mi modesto grabadorcito a cuestas fui recogiendo el folklore desde Ecuador hasta Santiago del Estero. Y así, con mucha paciencia, fui reconstruyendo el mapa musical del país, y arrancando esos cantos de callejones, ranchos, valles, quebradas o corrales. Lugares donde la gente se reunía o pastores en su soledad, en medio del valle.

Era cómo hacer un camino, con pasos hacia atrás, pero con los ojos vendados.
Sí pero de pasos hacia atrás y con pasos inventados. Salí la aventura, a buscar lo que sea. Conocí las regiones, pero nadie me las había enseñado. Uno nunca sabe que es lo que estaba palpando, si son rastros o son inventos de la gente que anda por el lugar.

El libro era una idea que estaba en su cabeza hacía tiempo?
Era una idea que hace mucho que estaba, pero que no se concretaba. No había quién apoyara este proyecto, en ningún aspecto, de modo que parecían fantasías mías. Pero como era una idea concreta, que necesitaba un editor, publicidad y todo eso en la Argentina no está organizado, y nadie le lleva mucho el apunte y a la historia tampoco se le lleva el apunte... Todo es así es una historia nefasta. Finalmente encontré el año pasado una editorial que se ofreció a publicar el libro.

Pero, en los pueblos encontraba esa música?
La baguala la encontré en los carnavales, traspapelada, perdida en las montañas. Y los habitantes del noroeste siguen cantando esas canciones, siguen viviendo con esa música en la vida cotidiana de cada uno.
Lo seguían viviendo, no se ahora, en este momento, con la expansión de los medios y su manipulación. Es muy fantasmal todo, porque no se confía bien en la leyenda, en lo atemporal. En la recopilación quede sola y viendo que la cosa se agravaba y que la desaparición tomaba muchas más fuerzas que la reincorporación o que la búsqueda o que el hallazgo de lo que estaba perdido y que se podía salvar. Ha sido muy terrible.

En sus presentaciones, cuando trabajó con músicos de rock, qué impresión tuvo de las nuevas generaciones y la posibilidad de hacer sobrevivir ese folklore?
Siempre hemos tratado de darle a la gente joven los misterios, de lo que se viene cuidando, perpetuando, para que esos misterios no desaparezcan. Han quedado discos, en los años 60 se editaron 11 discos con el trabajo que se tituló Mapa Musical Argentino, algunos reeditados en estos dos últimos años por el sello Melopea junto con el Centro Cultural Ricardo Rojas), pero todo lo que es moda siempre tiene un apoyo que no tiene la cosa antigua, lo que es tradición, que parecería que esta abolida o superada.

Siento pánico frente a los fenómenos populares que pueden arrasar con lo poco que queda de ese pasado.


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