sábado, 29 de agosto de 2009

"Veintisiete años después"-Gerardo Moszkowicz


Fue como un ángel caído del cielo que recompenso y ordeno la vida de un joven golpeado por la vida, al cual por ese entonces solo las canciones de Serrat lograban pegarle de lleno en el corazón.
Un ángel que su suegra bautizo sabiamente como “la dulce” en un rapto increíble de lucidez a pesar de su precario estado de salud.
Cuanto valen esas frases que marcan destinos no?
A Mary le debo la dulzura, la fidelidad, la confianza, el amor y una enorme comprensión.
Cuando se confía en una persona, ese valor tan preciado se transforma en una fuerza que multiplica esfuerzos para que las metas y los objetivos se cumplan.
Yo te agradezco profundamente que hayas creído en mí, haciendo que los años sean testigos silenciosos de nuestro pasar por la vida respetándonos mutuamente.
Gracias por hacer realidad la utopía de la felicidad.

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