domingo, 26 de abril de 2009

" INFANCIA ROBADA / LOS NADIES / EN VIVO Y DIRECTO / NIÑO SILVESTRE"-Juan Serrateó


(Extraído de Patas para arriba – Eduardo Galeano / Editado en 1998 / Pág. 14

En América Latina los niños y los adolescentes suman casi la mitad de la población total.
La mitad de esa mitad, vive en la miseria
En América Latina mueren 100 niños cada hora, por hambre o enfermedades curables, pero hay cada vez más niños pobres en las calles.
Niños son, en su mayoría, los pobres y pobres son, en su mayoría, los niños.
Y entre todos los rehenes del sistema, ellos son los que peor la pasan.
La sociedad los exprime, los vigila, los castiga, a veces los mata.
Casi nunca los escucha y jamás los comprende.
Son simplemente “Los nadies”.

LOS NADIES
El libro de los Abrazos / Eduardo Galeano Pag. 59

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres.
Que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca.
Ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los naides la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los naides: Los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los naides: Los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean
Que no hablan idiomas, sino dialectos
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en al historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.

En resumen: Los naides, que cuestan menos que la bala que los mata.

(Extraído de Patas para arriba – Eduardo Galeano / Editado en 1998 / Pág. 18

Son incontables los niños que trabajan, en su mayoría fuera de la ley y fuera de las estadísticas.
¿Y los demás niños pobres?
De los demás niños, son muchos los que sobran.
El mercado no los necesita, y no los necesitará jamás
No son rentables, jamás lo serán.
Entre la cuna y la sepultura, el hambre o las balas suelen interrumpirles el viaje.
El mismo sistema productivo que desprecia a los viejos, teme a los niños.
La vejez es un fracaso, la infancia es un peligro.

Según Unicef, el 1995 había 8 millones de niños abandonados, niños de la calle, en las grandes ciudades latinoamericanas
Pocos son los que dicen en voz alta que solo en 1993 los escuadrones parapoliciales asesinaron a 6 niños por día en Colombia y a 4 por día en Brasil.

EN VIVO Y DIRECTO
Espejos / Eduardo Galeano Pag. 321

Todo Brasil asiste al espectáculo en tiempo real.
La televisión no pierde detalle, desde el momento en que el criminal, negro tenia que ser, convierte en rehenes a los pasajeros de un ómnibus en Rio de Janeiro, una mañana del año 2000.
Los periodistas van contando lo que ocurre como si fuera una mezcla de futbol y de guerra, la emoción rompecorazones de una final del mundo narrada en el tono épico-trágico del desembarco de Normandía.
La policía ha puesto sitio al ómnibus.
En el largo tiroteo, muere una muchacha.
El público vocifera maldiciones contra la fiera salvaje que no vacila en sacrificar inocentes vidas humanas.
Por fin, al cabo de 4 horas de mucho tiro y mucha ópera, una bala del orden derriba al peligro público.
Los policías exhiben su trofeo, el criminal malherido bañado en sangre, ante las cámaras.
Todos quieren lincharlo, los miles que está allí y los que no están, pero miran.
Los policías lo arrancan de la multitud enardecida.
Entra vivo al patrullero... sale estrangulado.
En su breve paso por el mundo, se llamo Sandro O Nacimento.
El era uno de los muchos chicos de la calle que dormían en las escalinatas de la Iglesia la Candelaria, en una noche cuando llovió metralla 8 de ellos murieron.
De los que sobrevivieron, casi todos fueron matados poco después.
Sandro tuvo suerte. Pero era un muerto con licencia.
Siete años después se cumple la sentencia
Él siempre había soñado con ser estrella de la tele.

NIÑO SILVESTRE
Hijo del cerro
presagio de mala muerte,
niño silvestre
que acechando la acera viene y va.

Niño de nadie
que buscándose la vida
desluce la avenida
y le da mala fama a la ciudad.

Recién nacido
con la inocencia amputada
que en la manada
redime su pecado de existir.

Niño sin niño
indefenso y asustado
que aprende a fuerza de palos
como las bestias a sobrevivir.

Niño silvestre
lustrabotas y ratero
se vende a piezas o entero,
como onza de chocolate.

Ronda la calle
mientras el día la ronde
que por la noche se esconde
para que no le maten.

Y si la suerte
por llamarlo de algún modo,
ahuyenta al lobo,
y le alarga la vida un poco más.

Si el pegamento
no le pudre los pulmones,
si escapa de los matones,
si sobrevive al látigo, quizás

llegue hasta viejo
entre cárceles y 'fierros'
sembrando el cerro
de más niños silvestres, al azar.

y cualquier noche
en un trabajo de limpieza
le vuele la cabeza
a alguno de ellos, sin pestañear.

Niño silvestre
lustrabotas y ratero
se vende a piezas o entero,
como onza de chocolate.

Ronda la calle
mientras el día la ronde
que por la noche se esconde
para que no le maten.

Letra y Música de J.M. Serrat
Cd Nadie es perfecto / 1994

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